top of page

Mirk

Aquí, en Nyx, los soldados que estamos encargados de supervisar la importación y repartición de los cultivos traídos desde Galad para este, el nombrado lado oscuro, Mirk; tenemos que estar 16 horas dentro de las instalaciones... ¡Ah! Lo olvidé por completo, mi nombre es Kaira, soy una soldado nacida en Ío. Aquí los seres de Iterum nacemos a partir del crecimiento de una flor en El Ocaso y cuando la partícula está a punto de salir, somos llevados a las distintas naciones para completar el proceso por el cual nacemos. Así que sí, nací en Ío hace diecinueve años y mis poderes se activaron a los quince. En Iterum, algunos seres nacen con ciertas habilidades que resaltan sobre los demás, unos tienen hiper fuerza, otros son veloces y otros tienen los sentidos más desarrollados que el resto, estas habilidades aparecen a cierta edad en la adolescencia y sólo algunos seres del planeta nacen así, eso quiere decir que son nacidos para ser soñados. Yo fui una de las “afortunadas”. Digamos que me hubiese gustado ser parte de los normales, de los que día a día tienen que ir a sus muy aburridos trabajos, de los que no tienen un rol o algún poder especial dentro de este tipo de comunidad.

 

Después de esta introducción a lo que es vivir aquí, retomaré… He escuchado que en otros planetas los tiempos son diferentes y que existe un día y una noche, aquí en Mirk solo está oscuro, pero el tiempo avanza según unos enormes relojes que operan en las calles, nosotros trabajamos 16 horas: en las primeras diez horas nos encargamos de los suministros de cultivos y en distribuirlos a todas las naciones de Mirk. En la onceava hora, el reloj llega a cero. Los soldados tenemos que prepararnos para la llamada “Hora Roja”. Las lunas que tiene Iterum nos proveen nuestro más valioso mineral, pero después de la rotación, la luna Perfidia, provoca una reacción emocional en todos los seres, se descontrolan y el caos comienza, esto no nos afecta a nosotros los soldados, por eso debemos controlar la situación.

 

En unos momentos tengo la misión del siguiente turno. Habrá Hora Roja y según mis superiores, será más fuerte que nunca. Me asignaron un compañero, Dax. Es un fastidio. Lo consideran el mejor soldado que ha tenido el planeta. Pero, ahora que lo pienso, es extraño que me asignen y también a él para esta misión de alto rango. Creo que es algo sospechoso. 

 

(Comienzan a sonar alarmas)

 

Bueno, es hora de partir a la misión.

 

Sólo han pasado un par de horas. Dax me dice que hay que cuidar sobre todo a los kári y viragos desprotegidos. La influencia de Perfidia es más fuerte hoy pero al parecer algunos representantes del Concejo planean algo aprovechando la situación de descontrol.

 

Dax propone que dejemos nuestro punto y vayamos a averiguar qué pasa allá en la base de El Ocaso. Me sonrió, como si esa sonrisa tuviera algún efecto en mí. Qué desagradable. Pasado un tiempo, logramos escabullirnos del punto de control, con nuestro equipo de maniobras nos fuimos por la ciudad siendo precavidos de que ningún otro soldado nos viera. A las afueras de Nyx, entramos por un túnel que nos llevó cerca a la guarida de Los Gur, los mayores delincuentes que tiene Iterum. Ellos suelen recorrer los túneles para pasar desapercibidos, así que teníamos que estar alerta. Llegamos a una entrada donde se escuchaban las voces de algunos de sus miembros, pero ninguna de esas era la de Rúnda, la líder, quién podría darnos información o aliarse con nosotros para derrotar al Concejo.

 

Tratamos de acercarnos lo más sigilosamente posible, pero no estaba Rúnda ahí. Además de eso nos encontraron; a pesar de no ser soldados como nosotros, están entrenados y afectados por la Hora Roja. Pelear ya no era opcional, era necesario.

 

Ninguno de los 260 Gur que se encontraban ahí, fueron rivales para nosotros dos. En tan sólo dieciséis minutos acabamos con toda la base de Los Gur de Nyx, aunque se estima que por nación hay una con aproximadamente mil de ellos. Seguramente la mayoría de esta base están con Rúnda. ¡Ay, pero qué fastidio! Estas escorias no dejan descansar. 

 

Nos fuimos con nuestro equipo atravesando la nación de la forma más sigilosa posible, llegamos a El Ocaso y nos infiltramos desde el subterráneo. Solo faltaban unas horas para terminar el turno. Teníamos que terminar con esto antes de que se acabara la Hora Roja, pero tanto Dax como yo necesitábamos planear nuestro ataque. Así que fuimos a un lugar cerca y Dax ordenó comida para ambos. 

 

—Esto está delicioso Kaira, baja un poco la guardia y come, se va a enfriar tu plato de cachi.

 

Nos sentamos a comer, para trazar un nuevo plan que no involucre a Los Gur. Por un instante, me quedé viendo ese plato lleno de carne hecho bolas con alguna salsa extraña sin poder comerlo. Sólo podía pensar en terminar esta misión y descubrir la verdadera razón de la implicación de El Concejo en todo esto. 

 

II

 

Después de armar el plan, nos dirigimos hacia la base de El Concejo ubicada en El Ocaso. Nos infiltramos por los túneles y allí cambié mi vestimenta para pasar desapercibida. Dax y yo somos los dos soldados más fuertes y se enfocaron en mantenernos distraídos, claramente. 

 

Logré adentrarme en la base. Unos de los hijos de Izles, la representante de Circe, se me acercó y me invitó a un evento de los representantes.

 

— ¿Eres hija de algún representante?... Tu cara se me hace conocida, estoy seguro de que ya te he visto antes.

 

Rayos, yo fui su escolta en alguna ocasión. 

 

— No, yo vengo de Gefion y es mi primera vez aquí en El Ocaso.

 

— Ya veo… Mi nombre es Nolak, ¿cómo te llamas tú?

 

— Me llamo Aita.

 

— Tienes un nombre hermoso, Aita. Llegamos.

 

Nolak muy amablemente me abrió la puerta.

 

— Después de ti, Aita.

 

Ahora cómo me libraré de él, en algún momento me descubrirá y estará acabada la misión. Seguimos al evento que se estaba organizando, no entendía el porqué estaban todos reunidos ahí si la Hora Roja también los afecta, aunque no de la misma manera que a un ciudadano común…

 

No lo puedo creer. ¿Acaso esa no es? No puede ser, ¿qué hace aquí?

 

— ¿Por qué tan asombrada, Aita? — Nolak dirige la mirada hacia donde yo estoy observando  — Oh, ya veo ¿Conoces a Rúnda? 

 

— ¿Ella… qué… hace aquí? 

 

— Ella es la hija de Mavi.

 

— ¿El líder de Nyx?

 

— Exactamente, tienen una posición social bastante alta

 

— No lo sabía…

 

Tuve que irme de ahí. Contacté con Dax y le conté lo sucedido. Me pidió que no dejara la misión. ¿Qué estará pensando?.

 

Rúnda se está alejando del evento, tengo que seguirla. ¿Será qué Dax está bien? ¡Ay, no sé por qué me preocupo tanto por este kári! Me concentraré en la misión. 

 

Logré acorralar a Rúnda, pero no me dice nada, solo tiene esa mirada cínica de típica villana. 


— ¡Wow! La gran Kaira, qué sorpresa tenerte aquí.

 

Creo que ya sabía que veníamos pero, ¿cómo? ¿Dax es parte de esto? No sé ni siquiera que estoy haciendo, pero tengo que aprovechar mi fuerza y arreglar esto de una vez por todas. 

 

Veo que Rúnda asume una postura algo hostil. Así que estoy preparada para la batalla.

 

— ¿Y qué quieres saber? — Me pregunta la desgraciada.

 

— ¿Qué tienen que ver los Gur con el Concejo?

 

— Umm, no lo sé.

 

— Vamos Rúnda, no querrás enfrentarte a mi

 

— Eso lo tengo claro — ríe — ¿Quieres saber la verdad? Está bien. Los Gur han sido financiados por Nyx durante varios meses. Mi papá me dio el poder y el dinero para crear un grupo que lograra acabar con gran parte de la población civil o, mejor dicho, que la población se acabara entre sí. ¿Y todo esto con qué propósito? Mi papá lideraría el Concejo y así tendría el poder para cambiar todo el sistema de importación y exportación del planeta.

 

Rúnda, quedas arrestada.  Jaja... por fin, pudimos contra esta escoria. 

 

Ni siquiera pude terminar de hablar con Rúnda cuando llegó Dax. Estoy totalmente sorprendida, trajo con él a los otros representantes del Concejo y a demás soldados. Resulta que yo era la distracción, pero lograron arrestar a Rúnda y a Mavi. La importación y exportación de Galad a Mirk y viceversa, son de los mejores sistemas que existen en la galaxia y alterarlos solo generaría caos y desorden. Las personas viven en paz a excepción de las Horas Rojas, por supuesto, pero mientras estemos aquí Dax y yo, el orden siempre estará.

Kairafinalfinal.jpg
Daxfinal.jpg
BaseGur.jpg
Rúnda y Nolak.jpg
Mirk_Mesa de trabajo 1.jpg

Conoce el mapa de Mirk

bottom of page